El gobierno anunció su intención de modificar la ley de privacidad en las comunicaciones electrónicas para que el FBI pueda acceder a los registros de actividades de los usuarios en Internet, mediante el envío de un requerimiento administrativo llamado National Security Letter (NSL), con el fin de prevenir el terrorismo y espionaje. La medida permitiría al FBI acceder a la información de la dirección IP de la persona vigilada, los sitios web que haya consultado y el tiempo que haya permanecido en ellos, pero no le permitirá acceder al contenido de correos electrónicos o al de una búsqueda en Google. La NSL puede ser emitida por el agente especial a cargo de cada oficina local del FBI y no requiere autorización judicial, lo que ha sido criticado por organizaciones civiles relacionadas a la protección de la privacidad.